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Teabags Vs Loose

Hoy en día el consumo de té en bolsa cubre el 95% del mercado del té en Estados Unidos. Estas bolsas, por lo general, contienen el té más barato del mercado. Producen un licor muy suave algo un poco más oscuro que el marrón. Siendo éste el estándar no es extraño que la popularidad del té haya disminuido.

La verdad es que el té en bolsa es una invención relativamente moderna. Cuando las primeras hojas de té cayeron en la taza de Shen Nung, ¿acaso tenían una tira con una etiqueta? Pensamos que no. Por siglos el té fue disfrutado en hebras, utilizando una cantidad sin fin de métodos para separar la hebra del agua. Se han recuperado cientos de libros antiquísimos con instrucciones detalladas y consejos de como disfrutar mejor el té. La más popular de estas escrituras data del 800 AC escrita por el filósofo chino Lu Yu, llamada Cha Ching. Y como deben esperar, “no hay ninguna instrucción que diga que el té debe ser removido tirando el hilo”. 

Las primeras bolsas de té fueron hechas, inadvertidamente, de seda cocida a mano, Thomas Sullivan un comerciante de té y café de la ciudad de Nueva York, con el intento de reducir costos para promocionar sus tés, envió muestras en pequeños saquitos de seda (en vez de las costosas latas utilizadas en ese entonces por los comerciantes). Los potenciales clientes, confundidos por este nuevo empaque, lanzaron el té en sus teteras con bolsa y todo. Sullivan comenzó a recibir muchas peticiones de estas bolsas de té y se dio cuenta de su millonario descubrimiento. La rápida y fácil manera de limpiar las hebras (ya que aún estaban contenidas en la bolsa de seda) lo hizo muy conveniente. Las primeras bolsas de té comenzaron a aparecer comercialmente alrededor de 1904, y rápidamente se comercializaron en todo el mundo.

Desafortunadamente, esta conveniencia tuvo un alto precio: el sabor. Al usar bolsas se crea el problema de una inapropiada expansión de las hojas. Para que las hojas de té liberen su sabor necesitan de espacio para poder expandirse. Ya que los tés dentro de las bolsas tienen menos espacio, la calidad fue reducida. ¿Cuál fue la solución? Hojas más pequeñas. De esta forma necesitaban menos espacio para expandirse. Debido a que las hebras estaban escondidas detrás de esta bolsa de seda, poca importancia se le dio a este hecho. 

Es así como con estas decisiones, comienza la lenta caída de la calidad y popularidad del té. Como el tamaño ya no importaba, los comerciantes podían comprar té de graduaciones más baratas como “fanning” o “dust” (En estas graduaciones la hoja está muy molida, llegando a ser un polvo). Este es la peor calidad de té que se puede adquirir, siendo las sobras que se encuentran al final de los barriles. Este “Té” sin duda va dar algo de color a tu taza, pero jamás te dará tanto sabor. Luego, las compañías además comenzaron a envolver las “hojas de té” en filtros de papel, una alternativa mucho más barata, que no permitía un correcto flujo del agua a través de la bolsa, reduciendo aún más la calidad.

Este estado de mediocridad del té ha plagado Occidente durante muchas décadas. La gran mayoría de los supermercados normalmente ofrecen productos provenientes del fondo de los barriles, dejando a los consumidores creyendo que no hay nada mejor. Pero eso no se puede comparar con la abundancia de sabor y el “intoxicante” aroma que se puede encontrar en una taza de té en hebra premium. 

Recientemente, los comerciantes de té están haciendo lluvias de ideas para atacar este problema. ¿Cómo pueden mantener la conveniencia con la cual los consumidores han crecido sin sacrificar la calidad? Una de las soluciones con las que han salido: Usar hojas más grandes en bolsas más grandes. Gracias a los avances de la tecnología, estas compañías ahora son capaces de usar bolsas de una calidad mayor que permiten el flujo de más agua, dándole mucho más sabor a la taza.

Una completa reestructuración de la forma de ver el té en occidente, puede parecer algo a muy largo plazo. Pero recuerden esto: Hubo una vez un momento en que las opciones de café estaban entre Folgers y Sanka. Luego, apareció Starbucks para mostrar cuan bueno podía llegar a ser. Esa es la misma realidad del té hoy en día, mucha gente ya no está consumiendo más café instantáneo. Una vez que prueben té de calidad premium, desearán no tomar nada de lo que está disponible en las góndolas de supermercado.