¿Sabías que Chile es uno de los principales países consumidores de té en el mundo? Un informe de la FAO del 2018 lo sitúa dentro de los 15 países más consumidores y le da el primer lugar dentro del continente latinoamericano, con un promedio por persona de 428 tazas al año. Muy por detrás, lo siguen Argentina con 95 y Uruguay con 80.

Pero no solo somos grandes consumidores sino que también nos estamos abriendo a probar variedades poco conocidas, más exclusivas y refinadas. Es el caso del té amarillo conocido también como el “té de las cinco dinastías”, nombre que recibía antiguamente, debido a que solo era consumido por las clases altas y la familia imperial.

El té amarillo se elabora casi de forma exclusiva en China aún cuando hay naciones como Kenia, que están empezando a experimentar con su producción. No es una variedad comercial ya que su producción es muy limitada por lo que puede alcanzar altos precios. De ahí la razón de porque la variedades de té amarillo se quedan prácticamente en su totalidad en China.

Su método de elaboración es similar al té verde, pero se incluye un proceso distinto conocido como sofocación, durante el cuál se cubren las hojas con telas o papel para privarlas del contacto con el oxígeno. Este proceso altera la química y la física del té, otorgándonos una infusión muy similar al té verde en cuerpo y sensación en boca, pero con aromas maduros que nos recuerdan más a un té negro.

A diferencia de otras variedades de té, como el verde o el negro, existen muy pocos tipos de té amarillo. Las zonas productoras más conocidas y de donde provienen esos tipos, son Sichuan, Zhejiang y Hunan, zonas de altas montañas ideal para obtener un té de gran calidad. En Adagio Teas, nuestra variedad de té amarillo, el Dorado imperial, proviene justamente de esta última zona, famosa por ser el lugar de nacimiento de Mao Tse Tung, fundador de la República Popular China. Los rumores cuentan que Mao convirtió al té amarillo en su variedad favorita, una razón más para explicar el aire de historia y misterio que rodea a a este té. Anímate a probar nuestro Dorado imperial. Te sorprenderá no solo por su hermoso color amarillo dorado sino también por su sabor suave y carácter seco y frutal.

Pocos estudios científicos se han centrado en la investigación de las propiedades del té amarillo debido a que es un té poco conocido y de consumo casi exclusivo en China. Sin embargo, si consideramos que el té amarillo tiene un proceso de manufacturación similar al del té verde, muchas de las propiedades de este último podrían atribuírsele también a la que llaman la “joya escondida de los tés”.

El té amarillo es una variedad con importante presencia de polifenoles, sustancias que actúan contra el estrés oxidativo o desbalance bioquímico que se produce en el cuerpo. Los polifenoles actúan inhibiendo enzimas pro-oxidantes que son las que forman los radicales libres. Por otra parte, actúan también a nivel genético haciendo que las células formen determinadas enzimas antioxidantes. Así lo reafirma el capítulo 12 del libro “Procesamiento e impacto sobre los antioxidantes”, titulado, “Capacidad antioxidante del té: Efecto de procesamiento y almacenamiento”, escrito por miembros de la Universidad of Applied Sciences Valais, en Suiza. Los redactores del artículo estudiaron la composición química de cada tipo de té. En el caso del amarillo se determinó que éste tenía una composición fenólica similar el té verde.

William Gladstone un político liberal británico y primer ministro en cuatro ocasiones dijo: “si tienes frío, el té te calentará; si estás demasiado acalorado, te enfriará; si estás deprimido, te alegrará; si estás emocionado, te tranquilizará”. ¡Cuanta necesidad tenemos de esto! En un mundo agitado como el actual, con altos índices de estrés y ansiedad que mejor que encontrar alivio y pausa en una taza de té! Al tomar té te invade una sensación de bienestar, de calma, de encuentro con uno mismo. Esto se debe a que el té actúa sobre la química cerebral a través de los polifenoles, específicamente de las catequinas, que contribuyen a producir un efecto sedativo equilibrado debido a la presencia de la cafeína. Por otra parte, la L-Teanina, un aminoácido presente en el té, estimula la secreción de neurotransmisores como el GABA, además de incrementar la cantidad de dopamina y de serotonina en el cuerpo.

Un estudio publicado en la Revista Nutrients, que testeó el uso de té amarillo en animales y sus efectos sobre el síndrome metabólico y la esteatosis hepática arrojó como resultado una disminución de los niveles de triglicéridos y colesterol. Dice el artículo, “disminuyeron los niveles de triglicéridos y colesterol de lipoproteína total y de baja densidad en suero y redujeron significativamente el nivel de glucosa en sangre y aumentaron la tolerancia a la glucosa en ratones en comparación con los ratones no tratados. Además, el suplemento dietético de té amarillo grande previno la formación de hígado graso y restableció la estructura hepática normal de los ratones tratados”. En conclusión el té amarillo, al igual que las otras variedades, tiene el potencial de aumentar la actividad metabólica y la lipolisis (metabolización de las células que acumulan grasas) gracias a la presencia de polifenoles y de cafeína.

El té amarillo es rico en minerales, hierro, fósforo, calcio, flúor y vitaminas B1, B2 y C. La presencia de estos compuestos y de polifenoles y de L-theanina hacen que el té cumpla una importante función defensiva, mejorando la respuesta del sistema inmunológico. Así lo sostuvo el resultado de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Esta investigación demostró que la L-theanina, presente en el té, consigue un efecto positivo al fortalecer el sistema inmunológico frente a agresiones virales o bacteriológicas.

El té amarillo tiene menos cafeína que el café pero suficiente para producir efectos beneficiosos en el cuerpo y la mente. Varios estudios han demostrado que la presencia de cafeína y L-theanina ayuda a mejorar la función cerebral y específicamente la concentración, ayudándonos a estar más alertas sin volvernos hiperactivos. La revista Nutrition Reviews, Nº 66, realizó una revisión de toda la literatura disponible que informa sobre los efectos positivos de la cafeína y L-teanina presente en el té. “Los principales hallazgos de los estudios que investigan los efectos de la cafeína en el té sobre los resultados psicológicos es que la cafeína en dosis más bajas, como se encontraría en una o dos tazas de té, se asocia con informes de aumento del estado de alerta y disminución de la sedación. Además, las dosis más bajas de cafeína parecen tener un efecto positivo para mantener el estado de alerta y reducir la fatiga a lo largo del día.